Este periodo se encuentra comprendido entre 218 a. C. (fecha del desembarco romano en Ampurias) y los principios del siglo V (cuando entran los visigodos en la Península, sustituyendo a la autoridad de Roma). A lo largo de este extenso periodo de siete siglos, tanto la población como la organización política del territorio hispánico sufrieron profundos e irreversibles cambios, y quedaría marcado para siempre con la inconfundible impronta de la cultura y las costumbres romanas.
Se distinguen dos periodos bien diferenciados de la Hispania Romana. Hasta el año 27 a.C. la forma de gobierno es la República Romana, pasando a ser Imperio Romano en ese momento. Como información, hay que decir que en su inicio, desde el 21 de abril del 753 a. C. hasta el final de la monarquía en el 509 a. C., el gobierno del Estado de Roma fué Monarquia Romana. en 509 a.C. cuando fue expulsado el último rey, Tarquinio el Soberbio, se instaura la República romana.
Administrativamente, Castilla-La Mancha, perteneció a la provincia Tarraconense desde al 27 a. C. hasta la división de esta provincia en tres, en el 298 d. C. Entonces, casi la totalidad de Castilla-La Mancha quedó englobada en la provincia Carthaginense. Durante este periodo las ciudades fueron de poca importancia, destacando Laminium, Libisosa, Toletum, Segóbriga, Sisapo y Oretum.
Con la llegada del cristianismo, Toledo y Oretum se convirtieron en Obispados.
Laminio, Laminium o Laminia, es hipotéticamente como se conocía los asentamientos de Minaya por los pueblos Celtiberos.
Si Minaya fué frontera del Agter Laminitanis, posteriormente durante la época romana fué límite de las Obispalias de Valeria y de Mentesa.
Según algunos documentos Minaya era la Pila Bautismal de La Obispalia de Mentesa.
Ninar o Minar es el nombre que recibe en la época romana la zona ocupada actualmente por Minaya. Enclavada 1º en la provincia tarraxonensis y después en la cartaginensis.
Ninar o Minar es un enclave desde el que se distribuye por los romanos la sal producida en las salinas del lugar.
139 AC
Viriato, luchó en esta zona de la Mancha para unir al pueblo lusitanos, al celtas y a los iberos para oponerse a los ejércitos romanos que empezaban a tomar Hispania a mediados del siglo II a C.
Seguramente en sus trayectos no estaba nuestra ubicación, pero si nuestro entorno. Es bueno conocer también de sus enfrentamientos con los romanos para confeccionar una idea de aquel momentos.
Minaya es atravesada por la calzada Vallis Longa, describiendo el Itinerario Antonino que une Daimiel a Zaragoza por Jorquera y Utiel.
El posible trayecto de esta calzada es el del camino del Batanejo hasta Pozo Amargo, continuando en unos de sus tramos hasta Valeria por Honrubia y hasta Zaragoza por Iniesta - Utiel, el otro.
Es posible que otra calzada uniera Minaya con San Clemente camino de Toledo y otro tramo hacia Alcalá de Henares por Tarancón. El trayecto de esta calzada iria por llamado camino del correo.
Minaya estaba unida a Toledo también por la calzada que pasaba por el Pinar. Como se puede ver eran multiples los tramos de calzadas que en aquel momento se desarrollaban para comunicar, unas veces, territorios importantes y extrategicos, y otras veces, simplemente para comunicar asentamientos o pueblos cercanos.